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lunes, 28 de mayo de 2012

como mejorar la oratoria


En un mundo cada vez más competitivo, la oratoria es el arte más popular que toda persona debe aprender para lograr mejores resultados en todos los ámbitos de su vida.  En cada paso que damos, nos relacionamos con muchas personas, en quienes tenemos la oportunidad de influir para lograr un mejor trabajo en equipo y todos los objetivos que nos tracemos.
Hay tres puntos básicos para mejorar la oratoria: La voz, el lenguaje corporal y el discurso.
1.- La voz.- La voz es el vehículo principal por el que transmitiremos el mensaje a nuestro receptor, por eso,  una voz débil, apagada, fingida o forzada, suena desagradable y no permite mantener la atención de quien nos escucha. Por ello es necesario tomar en cuenta el tono, el ritmo y el volumen de nuestra voz.
a) EL tono.-  Alguna vez has escuchado decir: “No me gusta el tono con el que me hablas”, “te pido que no uses ese tono conmigo”. El tono  no debe ser ni muy suave ni muy autoritario, debe ser gentil pero con seguridad de lo que se está diciendo.
b) El ritmo.-  Se refiere a la velocidad y a las pausas que ponemos en nuestras expresiones. No es conveniente hablar muy rápido, hay que dar las pausas necesarias para que nuestro receptor interprete las ideas. Tampoco se ve bien  hablar muy despacio, porque nuestra expresión oral se vuelve muy monótona, se debe identificar las partes en las que se debe ir un poco más rápido.
c) El volumen.-  El volumen de nuestra voz debe ser manejado según el tipo de audiencia que tenemos. Si se trata de una conversación entre dos a tres personas, no será necesario subir el volumen de la voz, sin embargo al encontrarnos con un grupo entre diez o veinte personas, será necesario elevar el volumen de nuestra voz. Además debemos usar el volumen para dar énfasis a ciertas palabras o frases que deseamos destacar.
2.- El lenguaje corporal.-  Se refiere al conjunto de movimientos, gestos, posturas, miradas y actitudes que manifiesta el orador durante su discurso. Es fundamental porque podemos hablar a través de nuestro cuerpo y enviar mensajes  que  ayudan a lograr  mayor conexión con la audiencia.  Si nuestro lenguaje corporal envía mensajes negativos como nerviosismo, miedo, dudas, etc.,  la audiencia comenzará a perder interés por lo que estamos diciendo.
A continuación algunas pautas a tomar en cuenta para mejorar tu lenguaje corporal.
-El orador siempre debe estar apropiadamente vestido.
-Presentarse con seguridad y confianza, sin apuros.
-La postura no debe ser encorvada, sino erguida y natural, sin poses forzadas. Si se está sentado, colocarse levemente de un lado, con actitud tranquila.
-Mirar siempre a su audiencia, no al piso, ni al techo, etc.
-Mover las manos con naturalidad, no excesivamente (se debe practicar antes).
-No cruzar los dedos frecuentemente, mucho menos hacerlos sonar.
-Caminar pausadamente en determinados momentos, pero no caminar todo el tiempo de un extremo a otro.
-Si se utiliza material de apoyo,  manipularlos con firmeza y no dejarlos caer.
-Nunca morderse los labios, ni taparse la boca o toser frecuentemente.
-Siempre demostrar tranquilidad con una sonrisa agradable, no exagerada.
 3.- El discurso.- Se refiere a todas ideas que vamos a exponer a la audiencia, por ello el tema del discurso tiene que tener orden y claridad.  El discurso consta de tres partes: La introducción, el desarrollo y el cierre.
a) La introducción.- Debe ser interesante, llamativa y agradable, en lo posible evitar comenzar con un chiste porque le quita seriedad al discurso.
b) El desarrollo.- Tiene que ser ordenado e interesante. Las ideas tienen que tener un orden lógico y coherente.
c) El cierre.-  Al cerrar el discurso hay que hacerlo con mucha seguridad y confianza, la última impresión que dejemos debe ser muy buena, porque de ello dependerá que la audiencia quede totalmente satisfecha.
Es tan importante  el contenido de nuestro discurso como también la forma de decirlo. No basta con sólo dominar el tema, sino también saber llamar la atención, mantener el interés y lograr convencer a las personas de aquello que estamos expresando. Un buen manejo de la voz, de la expresión corporal y un buen desarrollo del tema, harán que nuestra oratoria sea eficaz para conseguir los objetivos propuestos.

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